Las Geografías bárbaras son aquellos territorios cuyos márgenes están difusos, pero cuyas raíces hablan más alto que el viento justo antes de que la tormenta se desencadene. En las Geografías bárbaras hay luces que aparecen de repente y también hay brotes nuevos y brillantes y hay voces que, en sus lenguas, atesoran la historia de ciertas comarcas olvidadas. De todas ellas, quince han dado el paso y, en las páginas que siguen, han logrado salvaguardar no el mapa del tesoro, sino la puerta de entrada hacia uno mismo. En esta antología late el convencimiento común de que el arte tiene la virtud de hacernos viajar a ciertas regiones insospechadas; sobre todo, internas. Por eso es necesaria la escritura y también es necesario que se penetre en este libro con la misma curiosidad con la que un niño saluda a un avión de pasajeros, allá en lo más alto. Relato a relato, las autoras despliegan sus imaginarios para dejarnos entrever la luz que se abre paso cuando la imaginación triunfa. En cierta manera, narrar es buscar un nuevo orden a la realidad, por encima de la rutina y de lo consabido, y en estas Geografías bárbaras emergen quince miradas genuinas que han sido capaces de observar más allá de lo evidente, de entender que el exterior no es una mera planicie sino un poliedro de infinitas caras.

El LABORATORIO DE ESCRITURA, dirigido por MARÍA ALCANTARILLA, inició su andadura en Cádiz en 2016. Entre sus objetivos, además del consabido manejo de las herramientas propias del oficio, están los de reaprender en distintas áreas, sobre todo en la que concierne a la lectura. Articulado en diferentes cursos, y con clases semanales de lunes a jueves, el Laboratorio es también una comunidad de afines cuyos deseos de autoconocimiento y de crecimiento personal están vivos en cada una de las sesiones. Más allá de la narrativa, el Laboratorio ofrece asimismo formación en poesía y en escritura diarística, imbricada esta con el lenguaje visual de la fotografía como otra forma añadida de leer el mundo.